fischer ibérica

El sector de la construcción es de los principales consumidores de energía y fuente de emisiones de CO2.

Se estima que los edificios son responsables del 40% del consumo total de energía de la Unión y del 36% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de la Unión procedentes de la energía.

Estos datos son indicativos de los retos del sector de la construcción para adaptarse a la Directiva Europea de Eficiencia Energética y Rehabilitación, que establece la obligación de ahorro de energía, en línea con los objetivos del Pacto Verde Europeo, el Plan del Objetivo Climático y la Oleada de renovación.

Una situación que revertir

El 80% de los edificios en España son ineficientes desde el punto de vista energético, en su mayoría por falta de aislamiento térmico, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). “Esto es: 8 de cada diez viviendas están mal aisladas, derrochan dinero y energía”, revela el director general de la compañía fischer ibérica, José Luis Massana Icart. “No nos podemos permitir esta situación por cuestiones económicas, ambientales y sociales; tanto por la pobreza energética que viven muchas familias, como por la cantidad de emisiones de CO2 que produce esta ineficiencia, mientras nuestro Planeta se sigue calentando y el medio ambiente se deteriora”, agrega el CEO de fischer ibérica, empresa familiar multinacional alemana.

Calidad y seguridad 

Además de la eficiencia energética, la calidad y la seguridad deben formar parte de la estrategia de renovación del parque de viviendas y del sector constructivo. En un entorno de cambio climático, es preciso reforzar la cultura de la seguridad. El número de desastres naturales relacionados con el clima se ha duplicado en la última década en comparación con los años 80, según información de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres.

La fijación tiene una importancia decisiva en la seguridad de las construcciones porque existe una responsabilidad civil en caso de accidente. “Por ello, nuestro compromiso es construir con calidad y seguridad. Nosotros nos consideramos líderes mundiales de fijación y queremos seguir aportando nuestra especialización para contribuir a construir edificios seguros, de calidad y eficientes”, explica Massana.

Primero, la eficiencia energética 

El principio de “primero, la eficiencia energética” constituye el núcleo de la Estrategia de la UE para la Integración del Sistema Energético. Implica adoptar un enfoque holístico que promueva soluciones más eficientes para la neutralidad climática. La Comisión Europea propone que a partir de 2030 todos los edificios nuevos deben ser de emisión cero, y en concreto, los edificios públicos nuevos deberán tener cero emisiones a partir de 2027.

La renovación del parque de viviendas para incrementar la eficiencia energética es una de las medidas más responsables e inteligentes que podemos hacer, ya que redundará en reducción de las emisiones de CO₂,  disminuirá el gasto en los hogares y empresas y mejorará el bienestar y la salud de la población.

Tecnología aeroespacial frente a temperaturas extremas

Los veranos tórridos ya son parte de la realidad. Ante ello, la industria afronta el reto de mitigar las temperaturas extremas en entornos urbanos y mejorar el confort con bajo impacto ambiental. Una de las últimas innovaciones procede de tecnología que se emplea en la industria aeroespacial. La compañía Fischer ha creado el Escudo Térmico Total (ETT) a partir de la vanguardista tecnología de la agencia aeroespacial japonesa JAXA, que se usa para proteger cohetes y satélites del calor (hasta 1800ºC) durante la reentrada en la atmósfera.

El ETT utiliza tecnología de micropartículas cerámicas altamente avanzadas, compuestas por dióxido de titanio (TiO2) nanoestructurado, produciendo un efecto barrera térmica que refleja tanto la luz visible como los rayos infrarrojos cercanos,  con la mitad de conductividad térmica de los materiales habituales que se utilizan para los acabados en construcción. Esta solución responde al reto de revertir la ineficiencia de la mayoría de las edificaciones en España, que carecen de cerramientos adecuados que aíslen y conserven el calor en invierno y el frío en verano.

El escudo térmico permite hasta 15º de diferencia frente a la temperatura exterior, lo que le convierte en ideal para mantener el confort, bajo impacto ambiental y económico. Además tiene múltiples aplicaciones como cubiertas industriales, granjas agrícolas para el bienestar animal, viviendas, torres de refrigeración y centros de procesamiento de datos, entre muchos usos, para hacer frente a las temperaturas extremas.

Además, la tecnología ETT tiene otro beneficio y es que mejora la calidad del aire con iones negativos. “Los datos confirman que iguala la calidad del aire en entornos naturales, incluso en áreas altamente contaminadas. Esto se debe a la capacidad de las microesferas cerámicas para influir en las moléculas del aire mediante la ionización” explican desde fischer ibérica.

Esta innovación ha sido reconocida mundialmente con varios galardones como el Premio Iwatani Naoji, en 2017, otorgado a la investigación y desarrollo en el campo de la energía y el medio ambiente y el Premio conservación de la energía 2018, por material de revestimiento para la construcción.